Llegó bajo la sombra del poder de su hermano Gerardo Vargas Landeros, cuando tuvo oportunidad, fue impuesto como regidor del municipio de Ahome en donde su presencia pasó desapercibida, eso sí, como un levanta dedo aprobando lo que su carnal proponía como alcalde de Ahome.
Gabriel Vargas se mantuvo en la banca, impecable tras el término del gobierno de su hermano Gerardo mientras éste fue secretario de gobierno; sin embargo, tras la llegada a la alcaldía de Ahome de su protector, fue designado como director de Vialidad y Transporte del Estado en donde su desempeño fue gris.
Ahora, con la reelección de Gerardo Vargas, Gabriel cómodamente buscará estar de nueva cuenta como regidor en el municipio de Ahome ya que se acostumbró a vivir del erario con los brazos cruzados.